EL  OGRO  FILANTRÓPICO

 

¿Exageraba Octavio Paz al definir al Estado como el Ogro Filantrópico? A estar por lo que viene sufriendo la humanidad, la definición del Premio Nobel mexicano, parece que quedó corta. Tal vez, estaba  escribiendo futuras noticias que hablaban de Estados empeñados en combatir la pobreza arrasando con los pobres;  o de los que ponen en práctica programas de sexo libre/anticoncepción sin tomarse la molestia de revisar los contenidos anti-vida y anti- Derechos Humanos de tales proyectos.

 

Ahora este monstruo abstracto derrama filantropía regalando a manos llenas (con el dinero de los que pagan impuestos) el producto llamado internacionalmente levonorgestrel; re-bautizado con fines de marketing y de camuflaje como AOE (Anticoncepción Oral de Emergencia) o Postinor 2, en Latinoamérica; o Plan B en los EE.UU. Es decir, la píldora del día siguiente.

 

Dicho sea de paso, el levonorgestrel no es ni medicamento ni vacuna, no cura ni previene enfermedad alguna; y  la dosis de 0.75 mgrs. que utiliza es 50 veces mayor a la existente en los otros abortivos (anticonceptivos) comunes. No siempre inhibe la ovulación. No impide que los espermios pasen a la trompa en suficiente cantidad para la fecundación. La FDA (el ministerio de Alimentación y Medicinas) de los EE.UU. ha alertado sobre el mecanismo de acción de la AOE que “impediría la implantación del óvulo fecundado en el útero”

 

En la prisa por atiborrar con AOE los mercados y centros de salud no ha habido la paciencia suficiente para esperar que la AOE sea sometida a investigaciones clínicas que demuestren que no hacen daño al binomio madre- hijo. Los experimentos más recientes son los realizados con animales, en una primera fase de experimentación muy lejana de los requisitos mínimos exigidos para la autorización de consumo humano de un nuevo fármaco.

 

El Ogro Filantrópico no se da por enterado que la AOE actúa como inhibitorio de la implantación del embrión en el útero,  para lo cual altera el transporte del embrión y su anidación en el endometrio. Este modo de acción de la AOE implica la eliminación y aborto del embrión ya concebido al que ha dado caza antes de llegar al ambiente que  ya lo esperaba en el endometrio materno.

 

Se entiende que el aborto es la eliminación deliberada y directa de un ser humano, sea cual fuese la forma en que se realice, en la fase  comprendida entre la fecundación y el nacimiento.  En lenguaje corriente, la AOE suprime la vida de un embrión humano, un ser humano concebido: Produce un aborto.

 

Para que oigan los que no quisieran oír: El embrión humano, desde el momento de la fecundación es un ser humano completo;  su genoma es diferente al de su madre y al de su padre, tiene sexo definido y está apto para comandar su propio desarrollo; aún sin haberse implantado. Es un ser con identidad genómica propia. Es tan humano como lo reconoce la Constitución peruana: “Toda persona tiene derecho: 1. A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.” (Art. 2°).